Durante estos meses los mariscos pierden peso, la carne se vuelve más blanda, pierden sabor y las hembras desovan, por lo que la calidad disminuye. Pero esta regla no se puede aplicar de igual manera a todas las especies por no tener el mismo ciclo reproductor, por lo que a continuación encontraréis una lista de diferentes especies, con sus mejores meses para consumirlo:
– Invierno: centollo, buey de mar, nécoras, camarones, vieiras y almejas.
– Otoño: berberechos, bogavante, langosta, vieiras, zamburiñas y gambas.
– Primavera: cigalas, almejas y ostras.
– Verano: mejillones, almejas, navajas, bogavante, langosta, ostras, percebes y cangrejo real.
Así que ya sabéis, empieza septiembre, mes con R. ¡Es un mes perfecto para comer marisco!